28 y 29 de febrero y 1 de marzo tuvo lugar el Salón del Cómic de Valencia, un evento que toma el testigo de la antigua Héroes Comic Con pero con una nueva organización. Tres días de cómic en el recinto de Feria Valencia, en el pavellón 7, con 20.000 m2 de expositores, talleres, conferencias y juegos de mesa y rol.
El cómic en un salón pensado PARA el cómic
Lamentablemente, la tendencia de los grandes salones del cómic en España vira hacia una gran exposición de artículos, espectáculos y escaparates que poco o nada tienen que ver con el cómic. Sin ir más lejos, la experiencia en la Héroes Comic Con de Valencia del año pasado se podía resumir en que encontrábamos exactamente lo mismo que en el salón del manga, pero con algún stand editorial.
Sin embargo, el Salón del Cómic ha tomado un rumbo completamente distinto. Un gran pasillo central de editoriales valencianas, un espacio para el resto de editores nacionales, tiendas especializadas, sesiones de firmas todos los días, en prácticamente todas las franjas horarias, autores estadounidenses PERO también muchísimos españoles e incluso franceses… Se agradece que acudir a un salón que se supone del cómic realmente lo encuentres, y para todos los gustos.

No faltaban los stands más típicos del salón del manga, o la presencia del actor Jack Quaid (aunque, siendo honestos, viene de una serie de televisión que adapta un cómic), o de los nacionales Jaime Lorente, Brays Efe o Carlos Areces. Eso sí, ahí estaban también Brian Azzarello, Joe Bennet, Paco Roca, Salva Espín, Jorge Fornés… grandes nombres que encumbran el salón en esta primera edición, y que esperamos que se repita por muchos años más.
Sin embargo, como punto negativo destacaríamos la organización a la hora de establecer las firmas. Descontrol, desinformación y casi nula atención al usuario comiquero, quien esperaba pacientemente con sus cómics bajo el brazo sin saber si quiera si su autor favorito iba a aparecer por aquel stand. Sábado y domingo amanecían con el stand de la organización pegado de carteles informativos con los horarios de firmas, pero se visualiza un problema de gestión que debería haber estado resuelto semanas antes del inicio del evento.

Un mundo de exposiciones
Si en algo más ha destacado esta edición del salón ha sido en la cantidad (y calidad) de exposiciones que ofertaba. Hasta 15 paneles con reproducciones, originales y trajes reales que se podían visitar y admirar de forma gratuita.
Marika Vila: voz de mujer rompiendo estereotipos
Salva Rubio: historias de la historia
Batman 80 aniversario: una exposición de originales de Álvaro Martínez Bueno
Visiones LGTBI en el cómic (una mirada histórica)
Imaginando a Picasso desde el tebeo: una mirada de Daniel Torres
Nosaltres també! Il·lustracions per la igualtat de gènere i contra les violències masclistes
Cómic africano: una voz que no cesa
Un 2020 muy ilustrado: los 12 meses de la Imprenta CG
Alta tensión y Plaça del Mercat: revistas que rugen desde Valencia
Maltaite père et fils
Salva Espín: más de 10 años dejando su huella en Marvel
El vecino
Orígenes secretos
Manuel Gago: de València al mundo
Silenciosa(s)
Grandes y pequeños artistas
Como viene siendo habitual el Salón del Cómic contaba con el Artist Alley, una zona dedicada a los pequeños ilustradores y creadores de contenidos, que exponían su trabajo y creaciones y vendían láminas, pegatinas, pins… Aunque es una de las partes más interesantes del evento, parece que se han tomado en serio el nombre: aquello parecía un callejón. Un pasillo demasiado estrecho que te impedía pararte a mirar algo sin recibir empujones o, por el contrario, avanzar sin tener que empujar. La zona quizás debería tener más proyección, y aunque la ubicación no era mala, se hubiese agradecido más espacio de paso.
Tampoco podían faltar los cosplayers. Toda una zona dedicada al mundo del cosplay, con sus expositores, su propia sala de conferencia y un apartado de maquillaje profesional. Una de las esencias del salón del cómic es la gente que, de forma completamente altruista, se disfraza de sus personajes preferidos para asombrar a todos los participantes.

También nos encontramos con los compañeros del Club Obi-wan Valencia, una asociación sin ánimo de lucro de fans de Star Wars que siempre consiguen sacar una sonrisa a quien más lo necesita.

Charlas, conferencias y premios
Algo muy habitual de los salones de cómic es que los artistas invitados suban al escenario principal o a la sala de conferencias para realizar pequeñas charlas en las que expongan sus métodos de trabajo al público asistente. En el Salón del Cómic, además de estas habituales, nos hemos encontrado con sesiones más dirigidas al cómic valenciano, como un Encuentro de autores, o una retrospectiva de la Nueva Escuela Valenciana y la revista Cairo en los años 80.
Además, este año se ha hecho entrega de los I Premios Antifaz, un reconocimiento que pretende servir de referente del cómic en la ciudad de Valencia y impulsar tanto a autores, como divulgadores o librerías.
Mejor Contribución a la Divulgación y Promoción del Cómic: ‘Colección científicos’, de Jordi Bayarri.
Mejor Contribución al Patrimonio del Cómic: Editorial El Nadir
Carrera de un Autor/Autora valenciano: Manel Gimeno
Un futuro de cómic: Aroha Travé
Mejor Cómic de Temática Social: ‘Us’, de Sara Soler
Mejor Cómic Infantil: Astro-ratón y bombillita 04: el planeta peladilla, de Fermín Solís
Mejor Cómic Nacional: El Buscón de las Indias, de Ayroles y Guarnido
Mejor Cómic Internacional: Ventiladores Clyde, de Seth
Mejor Contribución a la Industria del Cómic: Librería Futurama
Otro de los habituales en los salones del cómic, del que ya os hablábamos anteriormente, es el mundo del cosplay, pero aquí, como no podía ser de otro modo, también había un concurso para que todo aquel que quisiese participar demostrase sus habilidades en la confección de disfraces y subiese al escenario principal a imitar, de la mejor forma posible, al personaje que estuviese representando. Una de las partes mas divertidas y multitudinarias de cualquier evento que también tuvo su lugar en Valencia.

En resumidas cuentas
¿Es el Salón del Cómic de Valencia un evento perfecto? De ninguna forma. Fallos en la organización previa al evento, personalidades del mundo del cómic enfadadas con la gestión que finalmente no han acudido, y lugares con un espacio intransitable.
¿Tiene margen para mejorar? Sí, y mucho. Los errores de una primera edición son fácilmente salvables, y con tenerlos en cuenta a la hora de plantear la segunda solucionarían muchos de ellos. Nosotros, los usuarios, les damos un voto de confianza. Ahora está en sus manos hacerlo realidad.
Nací, viví y evolucioné en un pequeño pueblo no muy lejos de Valencia. O me picó una araña radioactiva, o soy el último superviviente de un planeta remoto: depende del día y de la Tierra en la que esté. Me puedo meter entre pecho y espalda tanto un Batman, como un BD de Vivès o lo último de Asano. La cuestión es no hacerle ascos a nada.